Resumen

Entre los principales elementos de diseño de toda aplicación de potencia de los superconductores se encuentra la estabilidad, es decir, la capacidad de mantener el estado de superconductividad para todas las condiciones de funciona­miento posibles. En el presente artículo se realiza una breve exposición de dos criterios de estabilidad: el de estabilidad criogénica y el de estabilidad dinámica. El primero es aplicable a elementos superconductores inmersos en un fluido refri­gerante y se fundamenta en igualar en todo momento a lo largo de una perturbación la potencia de generación de calor con la potencia de refrigeración. El segundo criterio es aplicable tanto a elementos superconductores no refrigerados (caso adiabático) como elementos inmersos en un fluido refrigerante (caso no adiabático) y se basa en que la cantidad total de energía calorífica generada a lo largo de una perturbación debe ser menor o igual que la energía evacuada al medio circun­dante más la energía absorbida por el conjunto superconductor-estabilizador.
Para ilustrar la aplicación de los distintos criterios, se presenta el diseño de un solenoide de 6 Tesla en base al criterio de estabilidad dinámica adiabática y los resultados son comparados con los obtenidos siguiendo los demás criterios expues­tos. Se comprueba que el criterio de estabilidad criogénica es más conservador que el de estabilidad dinámica, pues me­diante el primero se obtiene una bobina cuyo coste es 3.3 veces superior al diseño según el segundo.