Resumen

En el pasado, el diseño de infraestructuras contemplaba la compensación entre los volúmenes de tierras excavados y aportados. Sin embargo, al aumentar la complejidad de las obras, los requisitos de calidad de materiales, y la rigidez de los parámetros de diseño, las posibilidades de optimizar los balances de tierras se han reducido. Además, con la actual maquinaria, el movimiento de tierras no supone un problema. La consecuencia es un aumento de las necesidades de materiales externos y de sobrantes. La integración ambiental de préstamos y vertederos en la planificación de obras civiles es aún una asignatura pendiente, pese a que en algunos casos sus efectos ambientales pueden superar a los de la propia obra. Las afecciones pueden minimizarse con una adecuada selección de ubicaciones y una explotación y restauración planificadas y orientadas a la recuperación. En este artículo se analizan los factores que dan lugar a la aparición de un déficit o exceso de tierras, las posibilidades de actuación para reducir los movimientos de tierras y su descompensación, los criterios para la selección de zonas de préstamo y vertedero, su análisis ambiental, la tramitación ambiental y las técnicas de explotación y restauración.