EXPOSICIONES
Exposición temporal Iribarren. Ingeniería y mar
Con motivo del 50º aniversario de la muerte de Ra-món Iribarren Cavanilles (Irún, 1900-Madrid, 1967), el Cen-tro de Estudios de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo (CEHOPU/CEDEX) inauguró el pasado 19 de octubre una exposición bajo el título Iribarren. Ingeniería y mar. La muestra, que da cuenta de la vida y obra del ilustre ingeniero irunés, tiene lugar en la sala de exposiciones “La Arquería” del Ministerio de Fomento (Nuevos Ministerios, Madrid), y permanecerá abierta al público –es de acceso libre y gratuito- hasta el 17 de diciembre (2017).
Explicación de la exposición Iribarren. Ingeniería y mar
Dolores Romero Muñoz
(Directora del Programa de CEHOPU-CEDEX
El pasado 21 de febrero se cumplieron cincuenta años del fallecimiento de Ramón Iribarren Cavanilles, fi-gura insigne de la ingeniería portuaria española del si-glo XX. Guipuzcoano de Irún, su labor profesional en el ámbito de la técnica marítima trascendió las fronteras de nuestro país, hasta el punto de que sin duda se le puede considerar paradigma del buen hacer dentro del conjun-to de los técnicos y artífices españoles con proyección internacional.
Ramón Iribarren es hoy recordado como el padre de la ingeniería marítima del siglo XX, ya que edificó una doctrina técnica y científica -recogiendo los conoci-mientos teóricos y prácticos más avanzados del momen-to sobre construcción portuaria, oleaje, dinámica litoral, etc.- que fue mundialmente aceptado y rápidamente di-vulgado gracias a sus escritos y a su constante participa-ción en congresos y foros de discusión. En un momento en el que la ingeniería marítima estaba todavía basada en el más puro empirismo, Iribarren emprendió la tarea de construir un edificio sólido para una nueva ingeniería, basada en la aplicación estricta del método científico: observación, análisis físico matemático y experimenta-ción. Tres facetas en las cuales brilló con aportaciones sobresalientes que incluso trascienden en algunos casos el propio ámbito de las aplicaciones de la ingeniería para pasar a formar parte del saber más general.
Para la preparación de los contenidos de la exposi-ción, en primer lugar se realizó una labor de investiga-ción encaminada a conocer la ingente documentación legada por Iribarren, gracias a lo cual el público podrá contemplar en los paneles de la exposición una amplia selección de un material hasta ahora inédito.
La exposición está dividida en cinco áreasde carácter temático ordenadas cronológicamente.
La primera parte se corresponde con los aspectos pu-ramente biográficos. En el caso concreto de Ramón Iri-barren Cavanilles, su lugar de nacimiento adquiere una gran importancia ya que durante toda su vida perma-neció íntimamente ligado a su región de origen hasta el punto de que siempre supeditó la aceptación de otras EXPOSICIONESRetrato de Ramón Iribarren y reproducción del morro de un dique de escollera con su propuesta. Ingeniería Civil 188/2017 | 125responsabilidades a su permanencia en la dirección del Grupo de Puertos de Guipúzcoa. Su derrotero profesio-nal estuvo notablemente influido por su amor al mar y su profundo conocimiento del litoral guipuzcoano.
Pertenecía a una familia acomodada de Irún, su padre era propietario de un ingenio azucarero en Cuba, que le mantenía alejado de su familia durante largos períodos. La madre Teresa Cavanilles, hija de un miembro de la Or-den de Carlos III, influyó notablemente en sus tres hijos, con una educación de talante humanista, cultivándoles en el gusto por las bellas artes. Iribarren fue un gran afi-cionado a la música y la pintura, llegó a tener una bue-na colección de pintura. Desde pequeño formó parte de grupos de teatro aficionado y participó activamente en la vida social de Irún, siendo presidente del casino.
En la segunda parte de la exposición se abordan las realizaciones que Iribarren efectuó como director del grupo de puertos de Guipúzcoa durante cerca de cua-renta años, hasta su temprana muerte en 1967. En lo que él llamó sus laboratorios a escala natural puso en prácti-ca su intuición como técnico y científico, elaborando, co-rrigiendoy definiendo teorías que hicieron avanzar de manera vertiginosa el arte de la construcción marítima.
En los puertos del grupo, Motrico, Deva, Zumaya, Guetaria, Orio, Fuenterrabía y San Sebastián, nuestro in-geniero encontró un lugar ideal para realizar observacio-nes y estudios ya que forman un completo conjunto de las diferentes tipologías portuarias.
En Orio, Deva, Zumaya y Fuenterrabía estudió el transporte de arenas en las ensenadas, la formación de playas a partir de la construcción de espigones y otros aspectos relacionados con la dinámica litoral y la inci-dencia del oleaje sobre las obras construidas. Fruto de los trabajos realizados para la mejora de las condiciones del puerto de Motricofue su célebre Método de los Pla-nos de Oleaje, a partir del cual se podía conocer cómo se aproximaba el oleaje a la costa, y su teoría sobre las corrientes y oscilaciones producidas por las resacas. Hay que señalar que el método de los planos de oleaje ha mantenido su vigencia durante 50 años, siendo sólo su-perado muy recientemente con la popularización de la informática. Asimismo, en esta sección se explican las incursiones de Iribarren en cuestiones relacionadas con la ingeniería aeronáutica, hidráulica, el saneamiento de ciudades o canalizaciones y el urbanismo.
Con la investigación portuaria en España nombra-mos la tercera área de la exposición. En ella queremos destacar los esfuerzos realizados por Iribarren para im-pulsar la investigación marítima experimental en nues-tro país, especialmente desde la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y desde el Laboratorio de puertos.
A la Escuela se incorporó en 1939, por iniciativa del ministro de obras públicas, el ingeniero Alfonso Peña Boeuf, quien presidió la reunión del claustro celebrada en julio de ese mismo año con la finalidad de reorganizar la junta de profesores tras la guerra civil, y en la que se decidió la incorporación de figuras de la talla de Eduardo Torroja y el propio Iribarren.
Desde el inicio de su actividad docente, Iribarren, un ingeniero de amplias miras, concentró sus esfuer-zos en la creación de un laboratorio donde los alumnos pudieran formarse a partir de la experimentación sobre modelos a escala. En el Laboratorio de puertos de la Es-cuela, después integrado en el Centro de Estudios y Ex-perimentación de Obras Públicas (CEDEX) por la ley de enseñanzas técnicas de 1957, Iribarren instruyó a varias generaciones de futuros profesionales. Allí perfeccionó sus teorías, contrastando las observaciones en la natura-leza con los resultados obtenidos en los ensayos.
Desde su puesto en la sección de puertos del Consejo de Obras Públicas, Iribarren contribuyó a mejorar la plani-ficación de los proyectos portuarios en España, mostran-do la conveniencia de los ensayos previos a la ejecución de las obras. Aquella actividad experimental precursora, desarrollada con ingenio en épocas de grandes penu-rias de medios, tiene continuidad hoy, con nuevos y más avanzados métodos pero con un mismo objetivo.
La sección cuarta de la exposición, Pionero de la Téc-nica Marítima, está dedicada a la proyección internacio-nal de Iribarren. Desde que en 1938 publicara su fórmula para el cálculo de los diques de escolleras, Iribarren empe-zó a granjearse un enorme prestigio entre sus colegas de todo el mundo. En Francia era profundamente admirado por los ingenieros de l’Ecole de Ponts et Chaussées con los que colaboró en la mejora de las playas del sur de Fran-cia. En Estados Unidos gozaba asimismo de un gran res-peto. En numerosas ocasiones participó como invitado destacado en reuniones internacionales como el Comité internacional para el estudio de los esfuerzos de oleaje, en el Beach Erosion Board y en la primera International Conference on Coastal Engineering.
Finalmente, la sección quinta está dedicada a sus trabajos teóricos. Aquí se glosan los antecedentes his-tóricos del diseño de estructuras portuarias y diques, con especial dedicación al caso español. Aparecen las aportaciones de Pedro V. Pérez de la Sala, de Eduardo de Castro y una extensa explicación de la fórmula de Iriba-rren y su tipología de diques mixtos en la que propone el refuerzo del manto y una aplicación para la coronación de las obras externas de los puertos. También se resalta la importancia del método de los planos de oleaje y se explican los fenómenos de difracción y refracción a los que por primera vez da teoría Iribarren. Quizás la apor-tación más fundamental fue su estudio sobre el talud lí-mite entre la rotura y la reflexión del oleaje, que originó el «número de Iribarren», parámetro caracterizador de múltiples fenómenos en la costa cuyo nombre debemos al ingeniero holandés Jurgen Batjjes.
Capítulo aparte merece, por su importancia, el tema crucial de la formación de playas. Este fenómeno fue abor-dado por Iribarren ya en los años 30, estudiando en los puertos de Guipúzcoa el transporte litoral de arenas. A fi-nales del siglo XIX y principios del XX se produjo un cambio de mentalidad en la visión tradicional del mar propiciado por las nuevas prácticas de ocio relacionadas con el medio marino y el uso de la playa como un lugar de baño y recreo al margen de la actividad portuaria y pesquera. Al hilo de estos cambios surgió una preocupación de respeto por el medio ambiente desconocida hasta entonces.
Ramón Iribarren fue un pionero de la defensa y pro-tección de los recursos naturales que ofrece el mar. Con este espíritu redactó numerosos proyectos de defensa costera. Entre ellos cabe destacar, por su importancia posterior, el de la playa de Fuenterrabía y el de creación de una playa en el barrio de Gros bordeando la ensenada de la Zurriola, de evidente interés para el futuro turístico de San Sebastián. En éste último quiso poner en juego la experiencia y conocimientos adquiridos en las playas de Orio, Deva y zumaya. Sin embargo, el proyecto sufrió un largo proceso de paralización que perjudicó considera-blemente la marcha de las obras. Años después, en 1950, formuló el «Proyecto de ampliación y mejora de las playas de la bahía de la concha de San Sebastián», donde aplicó sus teorías relativas a las corrientes y transporte de are-nas, con el recurso a su método de los planos de oleaje. La construcción, ya en los años noventa, de una playa artificial en la Zurriola -un trabajo en el que participó, junto a otras instituciones, el Centro de Estudios de Puer-tos y Costas del CEDEX-, es deudora en su concepción y proyecto de las ideas que sobre formación de playas aportó Iribarren en los años treinta.
Y es que sus estudios sobre la defensa costera se ade-lantaron al menos en 20 años a métodos actuales como el del flujo de energía que permite calcular el transporte de sedimentos por oblicuidad (CERC). En 1958 presen-tó el «Informe acerca de la defensa de las costas y playas de la ciudad de Cartagena (Colombia)», donde Iribarren establece con absoluta nitidez cómo el transporte de sedimentos en dirección longitudinal en una playa es proporcional al flujo de energía en esa dirección. Asimis-mo, en su célebre artículo, publicado en 1947, «Corrien-tes y transportes de arenas originados por el oleaje», Iribarren explica que el transporte de sedimentos en las ensenadas del litoral cantábrico se produce desde las áreas menos abrigadas a las más protegidas, conside-rando que el resultado de sus observaciones es aplica-ble a otros casos en general. Para calcular el transporte de arenas, creó el concepto de “sobreelevación superfi-cial”. La fórmula matemática resultante de sobreeleva-ción superficial de Iribarren es idéntica en su estructura a la empleada hoy día para el cálculo del set-up basada en la teoría del tensor de radiación. También en este cam-po el ingeniero Ramón Iribarren fue un adelantado a su época y un auténtico precursor.
Todas las cuestiones que Iribarren trató siguen siendo hoy temas centrales que suscitan un interés universal y en los que el avance sucesivo, al que se dedican importan-tes recursos, se basa en gran medida en sus trabajos pio-neros. Su labor es continuada hoy en España en el Centro de Estudios de Puertos y Costas del CEDEX, en múltiples cátedras y grupos de trabajo universitarios de ingeniería de puertos y costas y en otras instituciones. Hoy, el énfasis en la observación se hace a través de las redes de medida permanente en el medio marino que facilitan información básica para todo tipo de proyectos, actuaciones y mejor conocimiento de la costa. A su vez, el análisis físico ma-temático se traduce en nuevos modelos numéricos que permiten estudiar progresivamente un mayor número de cuestiones. Finalmente, la experimentación permite con-trastar observaciones y teorías con un elevado grado de realismo a través de grandes instalaciones en cuyo desa-rrollo se mantiene un esfuerzo constante.
Justo será que en la conmemoración del cincuenta aniversario de su muerte recuperemos la memoria de su rico legado: su vasta obra y su compromiso con la crea-ción y la transmisión del saber científico. También quere-mos desde aquí agradecer a las instituciones y personas que han colaborado con nosotros en la recuperación de la memoria perdida.
El Instituto Torroja inaugura la exposición itinerante Lo que tu ojo no ve dentro de la XVII edición de la Semana de la Ciencia en Madrid (del 6 al 20 de noviembre 2017)
Explicación de la exposición Lo que tu ojo no ve
La exposición Lo que tu ojo no ve es una colección de 21 fotografías realizadas en el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja CSIC, mediante Microsco-pía Electrónica de Barrido
La Microscopía Electrónica de Barrido es un instru-mento eficaz para el estudio y evaluación de todas las etapas del ciclo de vida de la Construcción (materias pri-mas, fabricación, puesta en obra en una estructura, uso, reciclado/reutilización, patologías...). La combinación de técnicas de microscopía electrónica de barrido y microa-nálisis por energías dispersivas de rayos X constituye una herramienta indispensable en el estudio de los materiales de construcción y en el análisis de su deterioro.
En toda disciplina científica no sólo es de vital impor-tancia el Método Científico aplicado, sino también en el Instrumental Científico empleado. Uno de los grandes avances que tuvo el mundo de la ciencia se dio en 1942 con el desarrollo de la Microscopía Electrónica de Barrido que dio lugar a importantes avances en la comprensión de la estructura y composición de los materiales de cons-trucción, así como de los fenómenos y reacciones que se producen en su interacción con el medio ambiente.
La exposición Lo que tu ojo no ve pretende ser una muestra viva y participativa, pudiendo visitarse tanto en su formato impreso, como a través de sus contenidos di-gitales. De esta forma, cada panel tiene su propia página web con contenidos adicionales, que se van actualizan-do e incrementado periódicamente. Es una exposición itinerante que, una vez terminado su periodo en el edi-ficio Costillares, podrá ser expuesta en los organismos educativos y culturales que lo soliciten.
Los visitantes de esta exposición tienen la oportuni-dad de conocer, a través una recopilación de 21 micro-grafías realizadas por diferentes investigadores, distintas temáticas y líneas de investigación que se desarrollan en el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo To-rroja (IETcc-CSIC).
El recorrido por la exposición nos permite conocer las características de algunos materiales utilizados en la construcción, así como observar en detalle su microes-tructura. Además, cada panel muestra una fotografía que vincula la microestructura con un aspecto macros-cópico de los materiales analizados
Una actividad paralela dirigida por la doctora Maxi-mina Romero, permite llevar a los centros educativos una actividad relacionada con la técnica de microsco-pía electrónica, mediante una charla interactiva con los alumnos. En la edición de 2017 se ha llegado a casi mil alumnos de los últimos cursos de la ESO y el Bachillerato.
Página web de la charla interactiva
La exposición se subdivide en tres temáticas signi-ficativas de la actividad investigadora del IETcc-CSIC: Elementos Constructivos, Materiales de Construcción y Patología Forense.
- Elementos constructivos: Los principales elemen-tos constructivos que se utilizan en edificación son el hormigón, el ladrillo, el vidrio y el acero. Todos es-tos materiales tienen una gran potencialidad estéti-ca y una funcionalidad adecuada para su utilización como material interior y exterior, además de su ca-pacidad estructural. Existen magníficos ejemplos de elementos de fachadas realizados con uno de es-tos materiales como componente principal y más visible. Su aspecto general varía en color, textura y apariencia, si bien la funcionalidad requerida y las so-licitaciones previstas se pueden considerar similares. Sin embargo, a nivel microestructural el aspecto de los diferentes materiales principales de estas facha-das muestran una apariencia muy diferente, por su microestructura, porosidad y composición.
- Materiales de construcción : En esta categoría se engloban un gran número de materiales con di-versa composición y propiedades. En general, los materiales de construcción proceden de una trans-formación industrial a partir de determinados com-ponentes y formulaciones. Por ejemplo, la sílice es uno de los compuestos más abundantes en la cor-teza terrestre y puede ser uno de los constituyentes principales del hormigón (árido silícico), así como una materia prima en la fabricación de Clinker de cemento, de productos cerámicos y de vidrio
- Ingeniería forense: Los materiales de construcción es-tán expuestos a requerimientos físicos, químicos y me-cánicos, más o menos agresivos dependiendo de su uso. No obstante, las solicitaciones de los materiales de construcción hacen que éstos puedan sufrir deterioros internos o externos. Un material fisurado o con aspecto alterado puede no constituir un riesgo para la obra; sin embargo, genera una percepción de inseguridad. En este entorno es especialmente relevante la ingeniería forense ya que permite identificar el grado de deterioro de los materiales y contribuye a diagnosticar potencia-les riesgos de seguridad o patrimoniales.
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