Resumen

El desarrollo del ferrocarril es un gran reto. En España y en Europa el apoyo a este modo de transporte es notorio desde todas las administraciones públicas, pero la inversión necesaria debido en buena parte a la práctica ausencia de inversiones en la segunda mitad de siglo XX- y la inercia del mercado hacen extremadamente difícil el aumento de la cuota de mercado de los servicios ferroviarios. Para conseguir este objetivo es fundamental la existencia de una red ferroviaria integrada y con un alto nivel de prestaciones.
La rigidez de la infraestructura ferroviaria, con relación a otros modos de transporte, hace imprescindible una planificación a largo plazo para su desarrollo. Cerca del noventa por ciento de la red ferroviaria española data de la segunda mitad del siglo XIX, con unos parámetros de trazado que se ajustan al desarrollo tecnológico y las exigencias de la época. La potencialidad del ferrocarril hace necesario conseguir en el siglo XXI una red ferroviaria potente, que permita el desarrollo conjunto del transporte de mercancías y de viajeros desde una óptica intermodal de racionalización de inversiones.