Resumen

Las Leyes de Evaluación Ambiental Integrada (EAI) y de Evaluación de Impacto ambiental (EIA) exigen la consideración del cambio climático en todas sus dimensiones, la evaluación de impactos climáticos asociados a un proyecto, plan o programa y la necesidad de calcular la huella de carbono asociada al mismo. Este requisito y la necesidad actual de caminar hacia una economía hipocarbónica impone a la administración la tarea de elaborar una metodología de trabajo para cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a la planificación del transporte, contabilizando todas las etapas y sub-etapas, recorriendo las fases de construcción, explotación, mantenimiento y desmantelamiento. Este análisis de las emisiones en las fases preliminares de la planificación ayuda en la elección de las alternativas de transporte en las etapas más tempranas, descartando aquellas de mayor impacto e identificadas por una mayor exposición a los mayores riesgos climáticos. Este artículo repasa criterios a seguir para determinar el alcance de las actividades que se han de incluir en el cálculo de las emisiones ( movilidad inducida por la aplicación del programa o plan y los indicadores de análisis) y se convierte en una herramienta de investigación bibliográfica, que analiza las publicaciones elaboradas hasta este momento basadas en el análisis del ciclo de vida del transporte, lo que permite cuantificar las distintas etapas con influencia en la generación de las emisiones de GEI´s, consumos de energía, de todas las fases de los diferentes modos de transporte. Las herramientas de cuantificación de emisiones aplicadas a un plan o programa e incorporadas a la evaluación ambiental de un proyecto de transporte permiten optar por los modos de transporte más sostenibles desde la óptica del consumo de la energía y de la emisión de GEI´s, garantizando buenas prestaciones del servicio y del mantenimiento del patrimonio de la infraestructura.