Resumen

Si bien el ferrocarril en general es el medio de transporte colectivo más limpio, todavía un porcentaje sustancial de las líneas no están electrificadas y por ellas circulan trenes diésel donde existe todavía margen de descarbonización.


La evolución en los últimos años tanto de las tecnologías de acumulación eléctrica como de pilas de combustible ha permitido tener una alternativa a la electrificación de estas líneas, que debido a su alto coste ha sido un freno a la descarbonización.


El artículo profundiza en estas tecnologías para ver como de cerca están de ser una alternativa sólida.