Resumen

En 2016, la Demarcación de Costas de Murcia solicitó al CEDEX, a través de la Dirección General de la Cwosta, un informe sobre la playa de La Isla de Mazarrón para analizar el momento idóneo y los condicionantes de la actuación prevista en ella, y la implicación que tenía, habida cuenta que en el entorno existe un yacimiento arqueológico de importancia, el barco fenicio conocido como Mazarrón 2, que podría verse afectado.


Tuvimos diversas reuniones a lo largo del confinamiento por la pandemia, lideradas por la directora general de Bellas Artes y por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia. Al final todo el grupo de “expertos” estuvimos de acuerdo en que había que extraer el pecio del agua.


El barco, a lo largo de su dilatada historia, ha sufrido tres cambios muy significativos: 1) su inicial hundimiento en el agua en los siglos VII o VI a.C.; 2) su lento recubrimiento de arena, hasta encontrarse totalmente enterrado en el siglo XX; y 3), su paulatino desenterramiento hasta quedar próximo al nivel del agua entre 1985 y 1990.


Las acciones del oleaje y la corriente solamente se produjeron en sus primeros momentos y a partir de 1985. Se sabe el efecto de la desaparición de la arena sobre la estructura del barco, pero se desconoce el efecto si vuelve a enterrarse. Tampoco el efecto en los estados intermedios, ya que, si se retirase El Gachero, o espigón de los restos mineros, en algún momento, el pecio se encontraría en zonas de rompientes y su estado final se hallaría, más o menos, como en 1956.


La acción cambiante del clima marítimo debido al cambio climático puede afectar negativamente en las acciones de este sobre el pecio.