Resumen

El incremento en la emisión de gases de efecto invernadero, se considera como el principal causante del aumento de la temperatura en la superficie terrestre, siendo el dióxido de carbono (CO2) el principal contribuyente. Reduciendo las emisiones de CO2 al ambiente, se reducirá la concentración de este en la atmósfera y, por ende, es razonable considerar que se mitigará el ascenso de la temperatura global. Con este razonamiento en mente, se plantea la posibilidad de capturar el gas en cuestión, para luego almacenarlo en reservorios subterráneos. Así, el almacenamiento geológico de dióxido de carbono es una manera de mantener las condiciones estables, mientras se buscan alternativas al uso de los combustibles fósiles, principales productores de CO2.
En el proceso de atrapamiento de CO2 en el subsuelo, se desarrollan distintos mecanismos, los cuales conducen a su almacenamiento seguro y duradero en el tiempo. Los mecanismos involucrados, dependerán del tipo de roca en la cual se decida inyectar el gas de efecto invernadero. En este artículo, se estudiará la inyección de CO2 en reservorios de petróleo y gas agotados, en el caso de formaciones constituidas por areniscas. Se analizará la variación en las propiedades de estas rocas, recurriendo a la literatura científica disponible basada en el estudio de areniscas provenientes de distintas partes del mundo. Esto último se propone considerando que las propiedades geomecánicas, hidráulicas y mineralógicas de las rocas representan un aspecto clave para el éxito del almacenamiento geológico de CO2.