Resumen

Cuando uno se sitúa en una de las orillas del Estrecho de Gibraltar se comprende fácilmente que la idea de construir un enlace fijo que comu­nique los dos continentes, haya sido acariciada desde hace tiempo. Los primeros diseños y estudios contemplaban soluciones de tipo túnel excavado, como los Ibáñez de Ibero (1908), Rubio Belvé (1918) y Jevenois (1927) o en tubo sumergido, Mendoza (1919) y Gallego Herrera e 1928). La solución de puente colgante, en tramos de 1.000 m, sólo llega a plantearse por Peña Boeuf en 1956. A todas estas ideas hay que aña­dir, en las dos últimas décadas, otras como, las del túnel apoyado en el fondo, presa con aprove­chamiento energético de mareas, puente flotante, puente con sólo 2 vanos y soluciones mixtas túnel-puente.