Resumen

La vía perimetral de Guayaquil discurre, en una proporción apreciable de su trazado, a través de los manglares junto a los que se asienta la ciudad. Estas formaciones geomorfológicas se caracterizan por estar constituidas por una potente sucesión de sedimentos marinos blandos que plantean variados problemas para el proyecto y la construcción de los terraplenes y las estructuras que deben salvar tanto las zonas emergidas inunda­bles en marea alta como los esteros, que presentan calados de hasta 22 m. En este artículo se describen las características geotécnicas de los suelos arcillosos blandos, estableciendo la influencia del fenómeno de envejeci­miento (clay aging) sobre su resistencia y deformabilidad. Asimismo se describen los resultados de la instrumenta­ción de los terraplenes, cuya consolidación fue acelerada mediante un tratamiento del cimiento con drenes prefabri­cados. En las conclusiones se pone de relieve la importancia de los fenómenos de consolidación secundaria y terciaria en el proceso de asiento de los terraplenes.